No me sorprendió realmente cuando respondí que estaba bien, que aceptaba, que tú ganabas de nuevo y que yo perdía como siempre, que ya estoy acostumbrada a la derrota y que siempre es frente a ti.
Hice una lista con todas las posibles opciones, ¿has pensado tú en ello? Y justo esta mañana creí que cualquier decisión que tomaras sería grandiosa, "It's gonna be awesome", pero ya sé cómo terminará todo, me dejarás en segundo lugar, seré objeto de tu indiferencia hasta que amenace con irme para siempre y no volverte a ver. Y te quedarás en silencio mientras finges que piensas en una solución cuando sabes tan bien como yo que no la hay.
Al menos regresaré con mis pertenencias, y te ahorraré la molestia de enviarlas. Yo te daré tu libro y cualquier cosa que se me haya ocurrido comprar para ti a última hora. Te invitaré a algún lugar y buscarás una excusa para no ir conmigo. Seguramente regresaré llorando después de repasar en silencio todas las ocasiones en que has hecho lo mismo.
El último día me despediré de ti con toda la frialdad que pude guardar la noche anterior, y dirás algo lindo, una frase, una palabra, cualquiera de esas cosas que sueles decir y que yo malinterpreto "Yo sí quiero que vengas". Y luego negociaremos nuestro próximo encuentro.