sábado, 23 de abril de 2016

Bodas de algodón. Postre de algodón.

Creo que este año hemos estado experimentando más en la cocina, mi idea original era hacer un pastel degradado mega bonito, decorarlo con flores de algodón y algodón de azúcar, así que me hice de un montón de imágenes de pasteles perfectos pensando que el mío quedaría igual o mejor jajaja, en fin, fue mucho más complicado de lo que yo pensaba.  

Para empezar tuve que batir todo a mano y uno de los panes (el rosa más fuerte) se me desmoronó y tuve que pegarlo con crema batida, con MONTONES de crema batida (vegana), me quemé con el horno y fui gemela de quemadura de horno con la Compañera, ella también traía una marca igual solo que un poco más arriba que la mía. No me quedó parejo, a decir verdad no me tomé el tiempo de comprar una espátula repostera, y cuando los segundos se me vinieron encima estuve tentada a usar una espátula de esas para quitar la pintura de las casas. 

Encontrar las flores de algodón también fue un poco complicado, y es que no es una planta muy común en donde yo vivo, de hecho, pregunté en un montón de viveros y florerías, y al final tuve que esperar a que maduraran unas que estaban en venta en mercado libre, solo encontré 5 (aunque en la fotografía solo salió una). 

Y pues, decidí dejar el algodón de azúcar para el final porque se humedece demasiado rápido, no estoy segura de cuál sea su tiempo de vida, pero mientras mi esposo tomaba la foto el resto del algodón que se había quedado abierto ya se estaba endureciendo, igual y el clima en estos días tampoco ha ayudado mucho, pero en fin, el punto es que nos fuimos temprano para encontrar el algodón y recorrimos casi todo el centro de la ciudad sin éxito, fuimos incluso al museo del dulce y hasta creímos que ya habían descontinuado el algodón de azúcar jajajaja. Hicimos algo de tiempo ahí, con los pies adoloridos y el rostro acalorado, y ya cuando íbamos de regreso todos tristecillos vimos que estaba un señor vendiendo algodones en una banquita bajo la sombra de un árbol, bien fresco él, yo corrí, a esas alturas me daba la impresión de que el señor se pararía para irse y que jamás iba yo a encontrar un algodón de azúcar. Pero finalmente lo encontramos y fui feliz. La verdad era que solo habíamos ido demasiado temprano y los señores algodoneros todavía no salían a las calles =) 

En fin, este fue el resultado