C no me escucha pero se pone a relatar con extrema lentitud cada uno de los detalles de acontecimientos insignificantes. Y me pierdo, mientras habla cuento calorías, pienso en N, en H, y deja de importarme el miedo, el cabello bonito, maquillaje para cubrir lo que me duele, que tú ya no me hablas y entiendo por qué, siento un vacío, me fastidia la atención que me pone, solo quiero que C me escuche.
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