El dilema

Que si podría perdonarte. A veces pienso que sí, que nuestra relación es más valiosa para mí que tus engaños. Pero luego recuerdo frases y comienzo a pensar que todo está perdido, que solo nos queda esperar a que termine de evaporarse. Intento entenderte, ponerme en tu lugar, pensar un instante como tú, pero solo consigo imaginar que quizá en ese entonces solo sentías cariño por mí, que solo te movía la curiosidad, que para ti era una especie de redención, que te ibas a quitar las culpas, que esta vez harías lo que antes no habías podido y que todavía piensas en ella. 

Tal vez eso me dolería más y me enfadaría menos, saber que no te importo, que solo caíste en tu propia trampa y que ahora no tienes ni idea de cómo salir de ella. Preferiría eso antes de vivir en la incertidumbre de no entenderte. 

Pasé tanto tiempo del otro lado que me veo en ti. Las cosas que dices alguna vez brotaron de mis labios, me conmueves pero no te entiendo. 

Dices que has cambiado, que hay una parte tuya que sigue siendo como antes y que yo convivo con la otra, con la nueva, con lo que eres ahora. 

Y yo tan solo no te creo. 

El dilema no es quedarme o no contigo, el dilema es saber si te sigo queriendo.