martes, 28 de agosto de 2012

The suicide feeling

Me angustiaba más cuando estaba del otro lado, cuando tus arranques de ira me rozaban casi sin querer. Y sufría por no poder hacer algo para ayudarte. Tenía poco tiempo libre pero te había dedicado cada minuto destinado a dormir. Y sé lo que es caminar solo sólo para que pasen las horas, la piel me arde. Estoy perdida pero tengo un mapa, un móvil y la certeza de que estamos a minutos de distancia, esta vez no te voy a buscar, no te llamaré ni intentaré ponerme en contacto contigo, y tampoco voy a creerte cuando me ofrezcas alguna de tus excusas, me limitaré a quedarme en silencio, ¿te parece conocida esta historia?

No hay mucha gente, eso debería ser bueno para mi fobia social pero por algún motivo me destroza. Ya no traigo equipaje de más, he tirado todo y si vuelvo no llevaría nada conmigo. ¿Para qué? No necesito nada. 

- ¿Vas a venir?
- ... No, no lo sé aún. 

No quiero ir, no quiero tres horas de tu tiempo si después ya no te volveré a ver. 

Con el sol en mi cabeza mientras espero el atardecer. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario