Haciendo cuentas supuse que tardaría muy poco con la comida, y bueno, la verdad es que me quedé de ociosa platicando, viendo videos y jugando en el face, y ya cuando finalmente decidí que era hora de cocinar, me topé con que la verdura (que la verdad tenía días y días en el refrigerador) estaba pasada, siempre me siento mal cuando se me echa a perder algo, pero creo que el problema no es solo que yo no haga las cosas, sino que mi esposo en ocasiones compra más de lo que podemos consumir, supongo que es porque cuando vivía con su familia, tenían que comprar grandes cantidades de comida, pero pues aquí solo somos él y yo. En fin, vi que tenía brócoli, y decidí utilizarlo como relleno de los rollitos, no estoy segura cuánto tiempo lo puse a cocer, la verdad no le tenía mucha fe porque el brócoli (las pocas veces que lo he cocinado) siempre me queda duro, pero contra todo pronóstico, quedó muy suave y delicioso.
El segundo inconveniente fue que las tortillas que tenía (eran compradas, no tengo ni idea de cómo hacer tortillas de harina) no eran pre cocidas sino cocidas, así que batallé para enrollarlas, aunada al hecho de que no tengo palillos en casa. Al final quedaron bien, sabían bien, no se veían muy bonitos, pero creo que me gustaron incluso más que con repollo.
Mi idea original era hacer los rollitos bañados con queso vegano, creo que una vez a mi esposo le quedó el queso color amarillito, y no sé, como que el recuerdo que tengo me hace pensar en queso para nachos, pero mi queso no quedó de ese tono, así que decidí hacer un poco de soya para ponerle queso.
La receta es:
- Una taza de agua (nunca sé a qué cantidad o a qué tamaño de taza se refieren, yo utilicé una pequeña, de esas que vienen junto con las vajillas)
- 1/4 taza de levadura de cerveza (yo usé levadura nutricional, creo que de cerveza no tengo, y bueno, tenía entendido que para los quesos se usaba levadura nutricional porque le daba ese sabor quesoso, pero igual y la próxima vez lo intento hacer con levadura de cerveza)
- 2 cucharadas de harina de maíz
- 1 cucharada de harina de trigo
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/4 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de aceite
Se mezclan todos los ingredientes a excepción del aceite, se calientan hasta que burbujee, se añade el aceite y se vuelve a batir. Refrigerado puede durar hasta una semana.
Y así quedó el platillo.
Parece más bien puré, pero quedó bien, yo no le encontré TANTO sabor a queso, pero probablemente se deba a que antes de ser vegana vivía prácticamente de queso, tenía una verdadera adicción. Nunca tuve recaídas, un día decidí dejar de comer animales y ya está, PERO sí sufrí una especie de síndrome de abstinencia, porque antes cada martes comprábamos sushi, y al sushi le echaban queso crema y un aderezo que nunca supe de qué era pero que sabía que llevaba lácteos. Incluso le dije a mi esposo en aquel entonces que podíamos hacer una donación a algún santuario de animales cada vez que comiéramos queso, es decir, comerlo solo una vez al mes y hacer una donación, pero probablemente ese mismo día vi un video relacionado con la industria láctea y... tan solo supe que no quería ser parte de ello. Y pues, en mis próximas vacaciones quiero tomar un curso para que mis quesos sepan y se vean más decentes jajaja.
Nota: El arroz y los frijoles de la foto no fueron hechos por mí, los trajo mi esposo. Solo un par de veces he hecho arroz blanco (hace años) y me quedó bien feo, nunca he intentado cocer frijoles, le tengo algo de temor a la cocina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario