miércoles, 16 de febrero de 2011

Carta a 8 - II



Tú tan solo te vas, cuando sientes que la situación te acorrala, te es más sencillo irte que darme un por qué. El otro día le hiciste lo mismo a alguien más cuando estábamos en tu casa, y me enfadé tanto que, de no haber sido tan tarde, quizá me habría ido. Supongo que te diste cuenta (aunque no me sorprendería que no lo hubieras hecho) y decidiste no sacarle la vuelta, pero esa escena se me quedó grabada, tú, negándote, escapando, como siempre, nos tratas a todos igual. 


Y no pude dejar de pensar en todas las ocasiones en que me abandonaste porque ya no querías seguir hablando, todas las veces en que me mentiste para que las cosas se quedaran así, ¿no hubiera sido más fácil que me hubieras dicho todo directamente desde el principio? Yo lo comprendería si fuera una película, que las cosas tendrían que ser así, para que hubiera un problema que resolver, pero no lo es, y yo tampoco soy un personaje que vaya a tener un final feliz, no contigo, porque esto se convirtió en tragedia desde hace mucho tiempo, yo debería saber de ello, una tragedia ya no se puede arreglar... entonces, no sé cómo es que pienso que debo seguir haciéndote parte de mi vida.


Supe que te irías incluso antes de preguntarte, pero quería hacerlo de cualquier manera, para decepcionarme más, así que no me sorprendió que te quedaras en silencio y que después tan solo te fueras, eso es típico de ti, así como es típico de mí hacer preguntas jodidamente directas que no hacen más que incomodarte. Y de inmediato pensé en escribirte (porque es muy tarde para llamar) para ponerle un final de una vez por todas y decirte que esta vez fue la última y que ahora sí me voy para siempre, pero ha sido la última vez tantas otras veces que ya ni yo me creo, y me enfada y pienso: ¿por qué debo darte explicaciones cuando tú jamás te has tomado la molestia de explicarme las cosas? No lo mereces ¿sabes? Ni siquiera mereces saber que me he ido, así que esta vez, tan solo me iré, como tú, debería haberlo aprendido ya.


Y no sé si decirte que si quieres algo de mi, tendrás que buscarme y pedirlo directamente, porque ya no estaré para ti nunca más, pero pensándolo bien, creo que es mejor dejarte con el dolor de la incertidumbre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario