martes, 22 de febrero de 2011

† Extrañas Expectativas †




1. Solo quería que escribieras.


Nunca escuchas lo que escribo, ni siquiera estoy segura de que lees lo que digo, tal vez... es por eso que me parece graciosa la manera en que te acercas a pedirme algo, pones tu mano derecha sobre mi antebrazo intentando esbozar una sonrisa y arqueas un poco las cejas para dar énfasis a lo que dices... de antemano sé por donde va el asunto, pero no digo nada y espero pacientemente a que termines de hablar, finjo sorpresa y después tan solo te sonrío. ¿Por qué sonrío tanto últimamente? Es como cuando me comunico por teléfono (si es que llego a contestar), o cuando las risas sociópatas aparecen imitando los efectos del cloroformo, siempre quise robar cloroformo... pero en fin, ese no es el punto, la cuestión aquí es que esperas demasiado de mí, varias personas esperan demasiado de mí, toda mi vida ha sido guiada por las expectativas de los demás, y me pregunto qué será de mí cuando esas personas ya no estén o cuando ya no esté con ellas. Nunca has leído nada mío, nunca hablas conmigo... creo que sabes muy poco de mi.



2. Ya no te quiero.


Lo mencionaste demasiadas veces: "Cuando alguien te aprecia... le pierdes afecto". Eso también sucede con el resto de las cosas, una vez que se obtienen es más fácil deshacerse de ellas. Habías pensado pintar tu cuarto, buscando desesperadamente algo de independencia, por eso elegiste el negro, lo que decía tu madre del feng shui comenzaba a afectarte, aunado al hecho de que todos te dijeran que no lo hicieras, ya fuera directa o indirectamente. Pero eso solo te motivaba a hacerlo, tal vez dentro de dos semanas. 


Te diste cuenta de que ya no te apreciaba desde hace casi un mes... puede que haya sido desde antes, pero fue hasta hace un mes que lo notaste, y lo más fácil fue ignorarlo, después de todo, siempre hay días malos, sin embargo, los días malos se fueron prolongando hasta que se hicieron un mal mes, está en tus manos terminar con ello, pero así como le pierdes afecto a quien te aprecia, no puedes evitar apreciar a quien te ha perdido afecto.



3. ¿Vienes conmigo?


Fueron un par de depresiones, días de mala suerte o quizá el rechazo injustificado los que la orillaron a tomar esa decisión, no fue algo que se presentó de un día para otro, era algo que venía pensando desde hace mucho tiempo pero por fin las circunstancias se habían confabulado para destrozarle la vida, o bueno, al menos eso pensó mientras marcaba aquel teléfono con una lentitud desesperante, exponiéndose a que no le respondieran, pero tenía que hacer algo. 


La conversación fue difícil, había algo de interferencia en la línea y un par de personas que no debían escuchar sus planes, pero se dijo lo necesario y la pregunta, que más que cuestión parecía ser una orden, no obtuvo una respuesta concreta... habría dicho que si, pero este no era el momento, aún había tantas cosas que quería hacer, entre sus planes estaba pintar su cuarto de negro.



4. ¿Cómo no amarte?


Eres lo que yo no soy, haces lo que yo no hago, sobraban motivos para amarte, si creía que esto era algo pasajero, pues... me equivoqué. Sería demasiado falso negar lo que produces, porque le dabas sentido a mi vida, ya no son números, no son letras... no son nada. 


Es como si no pudiera dejar de ser transparente en cuanto comienzas a cuestionarme... ¿no es gracioso? Yo no soy de respuestas, no así de preguntas, me gusta preguntar cosas, así es como te conocí, y un par de frases después ya te estaba amando de la manera más absoluta que te puedas imaginar, pero eso ya lo sabes. 


Siempre me recordaste a alguien más, alguien a quien admiro profundamente y... sé que mis analogías no son válidas, mis pensamientos no son válidos... puede que tan solo sea una persona no válida, pero no me puedes culpar por estar ahí, sin importar que tan tarde sea, para ti no es tarde, para ti nunca es tarde, ni estoy ocupada, ni muero de sueño porque es lo único que puedo hacer, es la única forma que encuentro para acabar con lo que siento por ti, no hay palabras bonitas, no hay nada más que un cortés y casi obligado gracias, tal vez una sonrisa, pero no hay nada más. 


Yo jamás diré que te amo y puede que nunca te busque mientras espero que seas tú quien se acerque a mí, pero eso no le quita valor a lo que siento y es que ¿cómo no amarte si eres lo que más quiero? 



5. Se vería mejor


Las confesiones son lo peor, son más calladas que los silencios, más dolorosas que las críticas, más estresantes que un global de biomol y más sarcásticas que cuando te "comentan" que no se ve bien utilizar un slash/diagonal, porque cuando la gente confiesa cosas, la espera se hace eterna y la paciencia se reduce. Así que quedan tres opciones: Finges que no pasó nada y sigues como antes; aceptas arriesgándote a perder todo o rechazas mientras te alejas lentamente sin mirar atrás. Y justo cuando pensabas en un posible "no" o en un casi-seguro/exitoso rechazo la intermitencia apareció. Gracias.



6. Se me olvidó decirte


La primer canción que escuché de Tori Amos fue un cover de Nirvana "Smells like teen spirit" que pasaron hace siglos por MTV, haciendo un close up a sus hermosas manos; la primer historia que leí de Gerardo Bloomerfield fue "INOS" en el 2001, las fechas a partir del 2000 van perdiendo importancia, se escuchan demasiado cercanas, aunque hayan pasado 6 años ya; fue un sábado de 1993 cuando vi "El exorcista", las paredes de mi cuarto, en aquel entonces rosa pálido, dejaron de ser protectoras para convertirse en mi pesadilla personal. Tú y yo nos conocimos en el 2001.



7. Nos vemos


Está incompleto, pero ya sabes, este medio es nefasto.



23 de junio, 2007 - 10:13 p.m.

No hay comentarios:

Publicar un comentario